Imagínate que existe un banco que cada mañana acredita en tu cuenta la suma de $86.400.
El banco no transalada tu saldo de un día a otro. Cada noche quema todo lo que no usaste durante el día anterior, cualquiera sea la cantidad.
¿Que harías? ¡Retirar hasta el ultimo centavo, por supuesto!
Cada uno de nosotros tiene ese banco, su nombre es tiempo.
Cada mañana, este banco te acredita 86.400 segundos. Cada noche este banco borra y da como perdida toda la cantidad de ese crédito que no hayas invertido en un buen propósito.
Este banco no arrastra saldos ni permite sobregiros.
Cada día te abre una nueva cuenta, cada noche elimina los saldos del día.
Si no usas tus depósitos del día, la perdida es tuya.
No se puede dar marcha atrás ni existen los giros a cuenta del deposito del mañana.
Debes vivir el presente con los depósitos de hoy.
Invierte de la mejor manera, el reloj sigue su marcha, consigue lo máximo en cada día.
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